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CAMINO DE LA CÁBALA POR LA TERAPIA CRANEOSACRAL (1)

cabala

Ivan Chico Fandos

Lo primero, dar las gracias por poder experimentar este camino desde el universo de Asià, encontrando todos los recursos que necesito para crecer, pudiendo rectificar todo lo que por merecimiento soy capaz de responsabilizarme y por extensión al resto de universos en los que habitamos.

La propuesta con estos trabajos es aprovechar la oportunidad de expresar en palabras el Camino del Amor, que he ido viviendo a lo largo de estos años, por lo que, la Cábala me ha guiado con todo lo que “ESTOY SIENDO”. No busco ser nada en un tiempo futuro, solo estar siendo en un presente continuo, donde poder vivir la experiencia sin expectativas, (propósito harto difícil), pero para contar esta historia, tengo que integrar todo lo que he vivido ya que la suma de todos esos “YO” me hacen ser lo que “ESTOY SIENDO”, no hay nada que falte ni sobre.

Por este razonamiento doy las gracias al Mal que me lleva a la Luz haciendo que pasemos de los “por qué” a los “para qué”. Siendo estos los sistemas que nos permiten descongelar procesos traumáticos del pasado, presente y hasta futuro.

Mario me ha llevado e inundado con su “Or Primi” a una inmersión de la Cábala que ignoraba que existía y por esto le estoy eternamente agradecido, por ofrecerme ese trocito de “Ein Sof” que se decodifica a través de él, encontrando códigos que son infinitos para el entendimiento, ya que cuanto más entiendes menos sabes.

Soy un neófito en el hebreo e intentaré traducir lo mejor posible todos los conceptos que utilice asumiendo los errores que seguro cometeré, pero deseoso de aprender en el proceso (he aquí mi salto al vacío “Digul” como creía entender y “Dilug” que es en realidad).

Deseo que las palabras se transformen y se hagan carne, para que se pueda vivir la experiencia del Camino, que anhelo compartir con quien necesite este pedazo de mi realidad. Aplicando uno de los aprendizajes más grandes que me ha regalado el Mal, “dar sin esperar nada a cambio” (haciendo Tzedaká), te lleva a un proceso de éxtasis difícil de compartir…

TZADACA

Nota: Iré desgranando cada concepto en relación a la experiencia de la técnica craneosacral, vividos en casos prácticos con relación a la Cábala.

Técnica cráneo sacral:

 

En 1900, a un estudiante de osteopatía de Kirksville, Missouri, Dr. William G. Sutherland se le ocurrió pensar que por el diseño que presentaban los huesos del cráneo y las articulaciones entre sí debían de representar una capacidad de movimiento. En contra de todas las teorías que existían en ese momento acerca de los movimientos del cráneo (la comunidad médica los consideraba inmóviles).

 

Se dedicó durante más de 20 años al estudio de la movilidad del cráneo en los adultos. Llegando incluso a experimentar consigo mismo, usando un casco diseñado para ejercer presiones controladas y sostenidas en diferentes partes del cráneo para reproducir distintas sintomatologías. Publicó su primer artículo con sus observaciones en 1930, con un pseudónimo en el Minnesota Osteopathic Journal.

 

Basado en sus experimentos desarrolló un sistema para examinar y tratar a los huesos del cráneo. El Dr. Sutherland creó un pequeño grupo que investigó el trabajo craneal, comenzando a obtener magníficos resultados, algunos de ellos catalogados incluso como milagrosos.

 

Daat superior transformado en SHEKINA:

 

En esta pequeña biografía se puede ver el trabajo del nivel de Daat, hecho carne en Maljut, como el Dr. Sutherland desde el deseo superior de Jojmá dejó que fertilizara su Bina en contra de toda teoría y reveló para toda la humanidad un sistema que hasta ese momento estaba oculto (Sod).

 

En este proceso de revelación el doctor vivió crisis personales, muy fuertes para llegar a subir su Tiferet, superando el Tehom, ya que él fue ejemplo de todo lo que publicaba para ir entendiendo lo que era verdad de lo que era mentira, subiendo a su Bina superiora para conectar con el plan de su Neshamá.

 

Esta alma realizó un gran trabajo de Teshuvá (Tikún personal), con una gran rectificación de Tikún Olam. Gracias a su misión revelada muchos nos podemos beneficiar de su labor a día de hoy, por esto por pequeño que creamos que son nuestros actos, nunca dejes de realizar lo que tu Neshamá te propone, porque no sabes la repercusión que en un tiempo presente-futuro puede generar. Somos un organismo vivo en una sopa macro cósmica y cada uno de nosotros, como ingredientes, necesitamos participar, no importa si hoy realizas una función con más o menos Daat, solo importa que te entregues a la acción para revelar y desde ahí podrás crecer.

 

Para bajar el cielo a la tierra, (Daat superior a Daat en Maljut), tenemos una gran tecnología universal, llamada cuerpo humano, y cuanto mejor sepamos utilizarla más grandeza en la materia llegaremos a experimentar.

 

Podríamos decir que el doctor Sutherland decodificó una forma primordial de entender el funcionamiento de este vehículo, y más adelante, gracias a sus estudios, se ha ido profundizando hasta entender el motor del funcionamiento que hace que funcione. Las causalidades hicieron que un neurocirujano en una de sus intervenciones tenía que desplazar la medula para llegar a una porción anterior de una vértebra, y cada vez que intentaba cogerla con unas pinzas, esta se escapaba porque tenia un movimiento propio de expansión y retracción. Al empezar a estudiar este hecho, se dieron cuenta que la medula tenía pulso propio llamándolo movimiento respiratorio primario (MRP), es el primer ritmo que aparece en la formación embriológica y el ultimo que desaparece una vez desencarnamos, (se puede seguir percibiendo horas después de la muerte clínica).

Al estudiar la Cábala se puede apreciar claramente que están revelando el proceso de “Tzim Tzum Beth” dentro de la formación del cuerpo donde iremos viendo los distintos niveles de oscilación que tenemos según el universo en el que nos movamos, (marea corta, media, larga, el aliento de vida y la quietud dinámica).

 

Todos estos movimientos los podemos sentir en todo momento, en nuestro cuerpo, órganos, células, átomos… resuenan y vibran en estas dinámicas desde el instante de la preconcepción, concepción, nacimiento, vida terrenal, muerte terrenal y por tanto vida más allá de la muerte.

 

Esto no sería posible sin el vehículo que permite que ocurra, un plasma maravilloso y mágico que es capaz de transportar “Daat” allí donde sea necesario, “el líquido cefalorraquídeo” podríamos decir que es el Santo Grial de esta tecnología.

 

Estudios recientes de físicos rusos, han demostrado mediante pigmentos fluorescentes inyectados en la médula, como esta aparecía en lugares como pelo y uñas, demostrando el sistema de comunicación a través del líquido cefalorraquídeo (llevando Luz donde hay oscuridad). Este transporte es producido por el sistema de fascias del cuerpo (canales del Árbol y Sefirots) con el sistema dinámico de oscilación (movimiento respiratorio primario).

esquema

Relación de los ritmos con el Árbol macro cósmico visto desde Asiá:

 

Quietud dinámica: las mareas surgen de la quietud y vuelven a la quietud. De la quietud nace el movimiento, es el instante donde contactamos con el Ein Sof devolviendo información para un instante después descargar nuevos procesos de la misma. En este instante es donde más cosas ocurren y donde nos enfrentamos a la “Emuná” para entrenarnos en la confianza, rendición y entrenamiento de lo que está por ocurrir. Es el instante donde se están produciendo, los mal llamados milagros, que veremos materializados en un tiempo presente futuro.

 

En la quietud dinámica se producen las chispas divinas que estimularán el deseo desde el universo del Adam Kadmón (AK) al universo Atziluz. Todo este proceso es regulado por un Daat superior que envuelve limitando el merecimiento ganado por la Emuná conquistada en el mundo de Asiá.

 

Aliento de vida: es el término que Sutherland utilizó para denotar las acciones e intenciones de la Inteligencia Creativa Universal. Esta misteriosa inteligencia que podríamos llamar Di-s o lo divino, manifiesta su principio creativo desde el momento de la Concepción hasta el día que morimos. Y se expresa dentro del embrión como movimiento y desarrollo celular.

 

Genera una potencia biodinámica dentro de los fluidos corporales. Es una fuerza ordenante que dirige la forma y función del cuerpo-mente humano. La potencia del Aliento de Vida mantiene la salud de cada célula y tejido y les permite actuar de manera específica. Generando una impronta inherente de salud con una función fisiológica activa.

 

Es como la Respiración del Alma en el cuerpo.

 

El Aliento de vida está relacionado con Or Ain Sof, es el vacío para crear un impulso de vida.

 

Una vez producida, el instante de quietud dinámica donde imprime de un nuevo “Or” al universo de Atziluz, viene la coherencia del aliento de vida para una nueva creación, impulsada por una marea de energía para fertilizar al universo de Briá, donde es definido los limites necesarios para que sea expresada en las dimensiones inferiores.

 

Es aquí donde el plan de la Neshamá encuentra un sentido y función en el mundo de la acción, podríamos relacionar nuestro ADN Universal con este proceso y aceptar nuestras condiciones físicas, aquí no existe el libre albedrío, solo la rendición en un plan superior.

 

Del aliento de vida como primera autocontracción biodinámica “Tzim Tzum”, hasta la expresión material para la acción, van a acontecer un proceso mágico de tecnología biodinámica, como son las mareas, que con práctica podemos sentir en todos los reinos de la tierra y el universo, (reino mineral, vegetal, animal y sobre todo humano).

 

Marea larga: es como una ola que lo envuelve todo, se puede percibir como una energía que se expande y va más allá del cuerpo. Pasa a través de las manos como si fueran porosas. Son ciclos largos que aparecen cada 100 segundos. Esta marea se puede sentir en un pulso llamado “movimiento respiratorio primario” que te conecta con el pulso de la tierra, abriendo un nivel de coherencia celular que se armoniza con nuestra Neshamá, sintiendo el ritmo de nuestro propio Árbol de la vida.

 

Esta marea te conecta con el éxtasis de tu propia realidad, al unificarte con un solo pulso o marea que compartimos con toda la existencia en el universo. Nos acerca más al “Alef” y si nos armonizamos en esta frecuencia, operaremos en más unidad en la dualidad “Beth”.

 

Marea media: es como un movimiento ondulante interno en el que aparece el movimiento, percibimos cambios en la respiración, sudoración, espasmos… Sutherland lo definió como el fluido dentro del fluido. Aparecen 2’5 ciclos por minutos.

 

Esta marea o nivel de autocontracción opera en nuestro “Ruaj”, por lo que contacta con todos los niveles de autocontracción del “universo de Yetzirá”, donde nos enfrentaremos a desequilibrios del campo emocional para crecer en “Emuná”, superando los retos de la Biná inferior que quiere controlar a las energías inferiores del árbol.

 

La armonización y fuerza en este pulso de marea media, tiene como función principal ayudar a nuestras células a romper el Astral para contactar con nuestro cuerpo de Luz. El mecanismo lo hace abriendo la Consciencia del bloqueo que se esté viviendo, es decir, percibir el “por qué” y de este modo activar una Coherencia Cardiaca “subiendo a la Tiferet”, donde entrenar en el “Amor propio”, para ir al siguiente nivel de experiencia que sería “Acción Consciente”. Pasando de Consciencia a Conciencia que solo se gana en la experiencia para revelar y realizarnos. Este mecanismo es de vital importancia para nuestra evolución en crecimiento, porque nos da una justa medida del merecimiento, para que baje de nuevo otro proceso que me ayude a crecer.

 

Si no vivimos la experiencia en la materia no existe transformación, por lo que viviremos el fracaso del Alma y comeremos del pan de la vergüenza, no importa el resultado solo el proceso de la experiencia en sí, para ganar Conciencia o Daat inferior que ira percutiendo hasta llamar al cielo por nuestro tesón y se abran las puertas por merecimiento.

 

Marea corta: es el impulso rítmico craneal, es un movimiento continuo. Movimiento de flexión – extensión. Aparecen entre 8 y 12 ciclos por minuto.

 

Esta marea o nivel de autocontracción opera en el “Nefes”, en los niveles de autocontracción del “universo de Asiá”, donde somos héroes ya que nos enfrentamos al nivel más restrictivo de Luz y vivimos la experiencia en un tiempo espacio delimitado. Aquí vivimos con los sentidos y la tecnología endocrino celular nuestras necesidades fisiológicas para la supervivencia física.

 

Gracias a esta marea podemos sentir este ritmo armónico o disarmónico en cada una de las partes del nuestro cuerpo físico, y así conectar con el sistema de concatenación con los demás ritmos, por lo tanto, universos del Árbol. Detectando una Klipá manifestada en el Nefes que ha podido producirse en una dimensión del Ruaj o Neshamá, que al corregirse se produce un proceso de corticalización dando lugar a la rectificación “Tikún Personal” gracias al cuerpo calloso del cerebro “Daat en acción”, siendo el encargado de activar y establecer puentes de unión entre hemisferio derecho, izquierdo, cerebro reptil y así produciendo procesos superiores de entendimiento “los para qué”.

 

creativo

Capas embrionarias:

embrion

El sistema craneosacral es el encargado a través de los ritmos o mareas anteriormente descritos de no solo mantener, sino de comenzar a activar la vida física del Alma en el cuerpo físico, creándolo desde el punto cero hasta su estado completo. Sin importar de forma egoica la estructura que tenga, ya que esa la determina las condiciones pactadas en el plan superior y esta es ejecutada desde la Coherencia Cardíaca en armonía con la marea larga, donde lo primero que se forma en el embrión es el aliento de vida formando el neocordón que da formación al “ectodermo”, vinculado a la Neshamá desde el (MRP) que activa la información del ADN universal para mezclarse con el ADN terrenal desde millones de Tzin Tzun, y posteriormente pasar al siguiente tejido en formación “endodermo”, vinculado al Ruaj y finalmente formando el “mesodermo”, vinculado al Nefes.

 

Todo, gracias a la tecnología del “sistema cráneo sacral” y al vehículo que lo permite el “Santo Grial del sistema”, el LIQUIDO CEFALORRAQUÍDEO que se desplaza por todo el sistema de fascias conectando todos los tejidos celulares, dando oportunidad de regeneración y sanación física, emocional y energética. De Teshuvá a Tikún Olan.

 

El funcionamiento del Sistema Craneosacral:

 

Es un sistema hidráulico, semicerrado, contenido dentro de la duramadre que envuelve el encéfalo y la médula espinal. Además, posee una actividad rítmica propia (mareas).

 

Como bien sabemos, el universo respira a través de sus agujeros y por fractalidad todo lo creado sigue este patrón, para poder mantener un equilibrio (lo que es arriba es abajo). Este sistema es como una bañera que no supera un máximo de llenado, a no ser que aparezca una anomalía (Klipá) que desequilibre el sistema y es aquí donde buscaremos y profundizaremos en la raíz para corregirla, integrando el problema. Aquí se produce un crecimiento de las vasijas, pero hay que tener cuidado con este proceso porque si no se deja que el proceso se integre, de forma orgánica, podemos generar fisuras y ruptura en el “Kli”.

 

En definitiva, tenemos un nuevo lenguaje que se decodifica de forma binaria, en un movimiento rítmico de oscilación y vibración que resuena desde lo más pequeño en densidad a lo más sutil, y lo más maravilloso de este lenguaje, es que se accede desde el cuerpo.

 

Sin la función del Sistema craneosacral no podríamos vivir la experiencia del alma en el cuerpo, ya que opera como la respiración de los distintos universos del árbol en nosotros. Permite que se integre en el proceso de formación embrionaria:

 

  1. 1Universo de Briá “Neshamá” se integra en el Ectodermo.
  2.  Universo de Yetzirá “Ruaj” se integra en el Endodermo.
  3. Universo de Asiá “Nefes” se integra en el Mesodermo.

 

Estos universos dentro del cuerpo, se comunican por unas membranas llamadas fascias, que delimitan como “Kli” cada una de las partes y dejan pasar a través de ellas la información de cada universo, por un sistema de permeabilidad o agujeros que se abren y cierran según la necesidad, mediante un mecanismo electro magnético, (Or y Kli) generando el “Daat” a través del líquido cefalorraquídeo.

 

Por lo que, si detectamos a través de la escucha craneosacral una anomalía en la marea, podremos ayudar a la corrección en el universo que se encuentre esa “Klipá”, según el tejido afectado. Es en ese momento donde la acción terapéutica comienza a desencadenar un proceso de liberación para descongelar el conflicto pasado, presente o futuro para integrarlo en el sistema, siempre desde el acompañamiento y sin dirigir.

 

La acción terapéutica:

 

La acción terapéutica comienza desde la escucha consciente, que pasa por el “Amor”, al reconocer al otro en nosotros. Sentimos la fuerza Alef que nos une y nos ha llevado a este encuentro de frecuencia 13 “Ahavá”.

 

Hay un Sod en esta acción, que para llegar a esa frecuencia hay que mirar con los ojos del corazón. Explicaré el proceso que ocurre. Cuando llega un paciente o simplemente conecto con una persona “Alma”, se produce un proceso mágico si no metemos la mente inferior, primero miras con los ojos y luego ves con el corazón, ya que los ojos embriológicamente captan la imagen en la retina y esta la lleva a la mácula donde conecta con el nervio óptico, estos nervios se cruzan en la silla turca del cerebro donde está la hipófisis (gran maestra del sistema límbico “emociones y cascadas hormonales del cuerpo”) que activa los receptores emocionales y por último la imagen se decodifica e interpreta en el centro óptico que está en el occipital. Aquí hay dos neurovasculares que conectan con los riñones, donde liberan emociones que se integran con el corazón, reconociendo el Alma que tenemos delante en unión.

 

Si esto es recíproco, viene el 26 “yud hei vav hei” como bendición divina de ese acto ya que suma “Ahavá + Ahavá” 13+13, produciéndose un acto de rectificación bidireccional en “Tzedaká”, pero es aquí donde, el que está en acción terapéutica tiene el compromiso con el mismo, de seguir creciendo en conocimiento, para darse de una mejor manera al otro y crecer en sabiduría.

 

El ”Mal” como bendición de rectificación:

 

Primero tenemos que entender la función del “Mal” dentro del plan divino de la creación. Hay varias formas de hacer Tikún, una por Amor “Ahavá”, y otra por dolor “Mal”, en este grafico intentaré explicar este concepto.

 

L T Luz

La flecha azul recta es la “Línea de Tiempo de Luz”, en la cual se ha programado mi “Alma”, para vivir la experiencia en un cuerpo, este cuerpo es el mejor vehículo para realizarme, es decir que, si nazco con una dificultad, carencia o potencial, tipo de familia, lugar geográfico, situación socio económica etc… ya está predeterminado para que cumpla con el plan establecido en mi desarrollo del “Alma”.

 

Esta parte se gesta en los Universos Superiores de “Briá y Atziluz”, por lo que no tenemos libre albedrío, todos los “comos” ya están puestos.

 

Pero en el punto cero del nacimiento en “Asiá”, aparece un actor principal que marcará nuestra existencia terrenal “el Yo”, que nos hace creer que tenemos el poder de decisión en todos nuestros actos, muy necesario para poder explorar este mundo y encontrar los limites adecuados para no perdernos. Es aquí donde el Mal, bien entendido, entra con la gran función de ser nuestro mentor, entrenador y gran sacrificado para el bien de nuestro plan. Porque al vivir nuestro libre albedrío nos podemos desviar de nuestro plan, tanto, que el mal aplica el “Din” de Guevurá como salvaguarda y según sea nuestra terquedad, soberbia, arrogancia etc… el “Mal” crecerá hasta que claudiquemos por dolor, agotamiento y nos rindamos al plan (Rendición = Bendición, pero siempre sin resignación porque tenemos la capacidad de desear una vida mejor).

 

Cada vez que nos rendimos con aceptación generamos una corrección (Tikún), y es donde el “Mal” se desintegra porque ha cumplido su función. Durante gran parte de nuestra vida la experiencia en la materia está regida por el “Nefes y el Ruaj”, hasta que encontramos el sentido y rendición al plan del “Alma la Neshamá”, donde empezamos a vivir con más éxtasis todo lo que acontece en tu vida, incluyendo los momentos difíciles que siguen existiendo, pero en este momento actuamos con un mejor “Daat” ante los hechos y podemos decir que crecemos por “Amor Ahavá”, pudiendo decir que el “Mal” ya no tiene función en mi vida.

 

En los puntos rojos donde nos ha atacado el “Mal”, nos ha generado un Shok traumático y una parte de nosotros se puede haber quedado congelada en ese instante, generando una disociación tiempo espacio que hasta que no descongelemos e integremos, en un tiempo presente, no podemos sentirnos “en Paz Interna” en el presente continuo. Y lo mismo puede pasar en un proceso futuro que deseamos vivir y no sabemos desapegarnos, generándonos una ansiedad por no estar viviendo eso que deseamos en este momento presente.

 

Hasta que no aceptemos y se haga carne el sentimiento que, lo que fuimos, somos y seremos son versiones de nuestros verdaderos “Yo” espirituales, que vivimos a través de la ilusión de la mente y que lo que de verdad existe es lo que “estamos siendo” entregándonos con toda la intensidad, ilusión y amor que seamos capaces en cada momento de nuestra existencia, para vivir la infinitud en el tiempo espacio de la materia.

 

Conclusión:

 

Paro aquí esta primera parte, aceptando que hay muchos conceptos y procesos por desarrollar, pero eso será en los próximos trabajos.

 

Como dijo Sai Baba “manos que ayudan son más bendecidas que manos que rezan”, me comprometo a seguir en la acción directa para ser bendecido con la mejor vida que pueda experimentar, por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero….

 

Gracias, gracias, gracias “UBUNTU”.

 

 

Bibliografía:

 

“Osteopatía Pediátrica Neonatal”. Autor Francisco Fajardo. Editorial Dilema.

 

“Netter Cuaderno de Anatomía”. Autor John T. Hansen. Editorial Elsevier Masson.

 

“Sefer Yetzirah El libro de la creación Teoría y Práctia”. Autor Aryeh Kaplan. Editorial Humanistas, S.L.

 

“Talmid Mekubal Aprendiz de Cabalista”. Autores Mario Javier Sabán y Gio Sarmiento. Editorial Jojmá Ediciones.

 

“Sod 22 El Secreto”. Autor Mario Javier Sabán. Editorial Ghione Impresores S.R.L.

 

“El Camino de Dios”. Autor Rabí Moshé Jaim Luzzato. Editorial Ediciones Obelisco.

 

“El Canto del Alma”. Autor Rabí Iejiel Bar Lev. Editorial Ediciones Obelisco.