Pero hasta que no conectamos con el pensamiento del corazón de cada Universo, no contactamos con la subida de conciencia y no hacemos rectificación “Tikún”, es aquí donde subimos el nivel de conciencia ascendiendo en el árbol macrosómico desde el Nefes de Asiá, hasta la Neshamá de Briá, que podamos experimentar en un cuerpo físico.
La Beta Baja (22-13 ciclos/segundos) esta frecuencia, como vimos en el anterior trabajo, se relaciona con la Neshamá de Asiá y es el puente de unión con el Nefes de Yetzirá. Fase donde la dopamina y endorfinas empiezan a estimularse, es como la sensación de no poder parar de leer un libro, hemos contactado con nuestro libro y queremos seguir profundizando para vivir en sustento y sentir la Paz hecha carne.
Cuando operamos en esta frecuencia los 5 cerebros se unifican en un punto y las vasopresinas se regulan, el cuerpo calloso conecta cerebro reptil, emocional, cortical y las bacterias comienzan a regularse electromagnéticas para organizarse en número proactivas, reactivas y neutras. Contactamos con un primer punto 0 de Paz donde vemos y sentimos nuestras deudas adquiridas por ancestros (ADN), generadas por nuestros actos y el trabajo que trae mi Alma para trabajar en esta encarnación.
La frecuencia cerebral Alfa (8-13 ciclos/segundos) se relaciona con el Ruaj y la Neshamá de Yetzirá, es una frecuencia que opera en un estado de duermevela, un estado que alcanzamos en procesos meditativos, relajación, meditación activa y estados iniciales de euforia mística. Aquí aparecen los procesos de reparación física hay una rendición de los niveles del Alma de Asiá para ponerse al servicio del plan superior de Yetzirá y podemos experimentar recuperaciones en el plano físico, emocional y energético que se pueden catalogar como milagroso.
Es el estado de unificación y reparación de los cerebros, las bacterias del cerebro intestinal generan una nueva proflora mejorando el ecosistema, es el encargado de preparar al cuerpo para recibir nuevas frecuencias más elevadas y que este no se deteriore (protección del Kli). En este punto se cambian hábitos heredados, comenzamos a sentir diferente, vestir diferente, comer diferente, hablar diferente y contactamos con una verdad diferente a todos nuestros clanes.
El cerebro triuno se organiza lleno de dopamina, subiendo los niveles de oxitocina y esta activa en la pineal luz congelada para descalcificarla, limpiándola con un aceite regenerador que parte del sacro hasta la pineal “sacrosanto” rompiendo las cadenas de la materia para subir la frecuencia y preparar el cuerpo, mente y alma para el segundo punto 0 de Paz, momento de máxima honestidad con nosotros mismos y oportunidad de condonación de deuda “Tikún personal”, es el momento de nuestra revalida para subir a los niveles de Briá.
El cerebro del corazón siente un segundo punto de conexión donde dará el visto bueno o parará el proceso de subida si no estamos preparados para el siguiente nivel de conciencia. Siempre que contactamos con esta prueba nos requiere una gran Emuná y si nuestro entrenamiento no es el adecuado nos pone las experiencias para que las trabajemos, esta es la verdadera justicia que nadie puede eludir.